Las razones que llevan a cada persona a acudir a terapia son tan diferentes como lo serán sus objetivos. Aún así, existen una serie de objetivos comunes a todos los procesos:
- Alivio del malestar y el sufrimiento.
- Cambios vitales y relacionales.
- Resolución de conflictos.
- Autoconocimiento y crecimiento personal.
- Autonomía.
- Aprendizaje e incorporación de conductas de autocuidado.